De tribus y Pokes
Jan. 28th, 2008 06:58 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Hoy mi mamá me echó un sermón para variar. Esta vez, por mi intento de defender algo en lo que creo.
Definitivamente, mi mamá cree saber mucho de la juventud actual, siendo que en realidad lo que sabe y conoce es poco y nada. Y más encima cuando le explico lo que yo veo, descalifica mi visión ¬¬
Definitivamente, mi mamá cree saber mucho de la juventud actual, siendo que en realidad lo que sabe y conoce es poco y nada. Y más encima cuando le explico lo que yo veo, descalifica mi visión ¬¬
Hasta hace un par de años, el concepto de "tribu urbana" era casi desconocido en mi país. De vez en cuando se tocaba en clases de orientación o religión, y generalmente se asociaba a neonazis y punks; no se conocía más que eso.
Eso hasta que llegó un ejemplar que hoy es símbolo nacional. El Pokemon.
Al principio, casi parecía mito urbano xD nada más se escuchaba de él en la jerga escolar. Pero con el correr del tiempo, se fueron multiplicando exponencialmente...
Hoy, son estrellas. Se han tomado la televisión, incluso hay programas segmentados a este público. Me atrevería a decir que en la actualidad, hay un Pokemon en cada familia. (en la mía, es mi prima; aunque ella dice que no lo es y todos los demás decimos que sí :P )
Esta explosión Pokemon ha llevado al "descubrimiento" de otras tribus urbanas que hasta entonces habían pasado desapercibidas: como los emos, góticos, y toda la gama de tendencias japonesas: visual (con sus derivados eroguro, oshare, etc), decora, lolitas (y gothic lolitas) y por supuesto, otakus.
Sin embargo, "descubrimiento" no es sinónimo de conocimiento. Es lamentable cómo los mayores siguen a pesar de todo metiendo a todos al mismo saco. Para mi mamá por ejemplo, todos son pokemones; y yo ya estoy de hecho un poco cansada de tener que cada vez recalcarle a qué tendencia pertenece en realidad el muchacho en cuestión. Si ahora anda diciendo incluso que mi hermana y yo somos pokemonas.
Debo admitir que en escencia, me causan mucha gracia (y risa) los pokemones xD Sus estrafalarios atuendos, su incontrolable adicción por el reggeton y el fotolog, su abominable forma de escribir...si hasta tienen cierta forma particular de hablar. Pero dejando todo eso de lado, no puedo dejar de sentir cierto afecto por los muchachitos estos. Porque le demostraron a este país que había mucho más que el "adolescente normal". Porque tienen la valentía de marcar la diferencia, y porque aunque sea un poco, han despertado algo que le hace mucha falta a este país: tolerancia y apertura.
Pero en ese último sentido, después de lo de estos días, está claro que nos falta mucho.
Digamos que por ese lado comenzó el sermón.
Comencemos por el hecho de que en apariencia, luzco normal. Demasiado normal; ropas absolutamente sobrias, corte de pelo tradicional, partidura al medio y una coleta. Ni siquiera ando maquillada. Lo único que podría distinguirme como "espécimen especial", son un par de colgantes en el bolso, y en el celular. :P
Claro está de que aunque quisiera, no podría adoptar alguna tendencia de vestir. Mi mamá no me lo permitiría. Ya verán por qué.
Por estos días se ha destapado la noticia de que los neonazis han abandonado a sus presas habituales, los punks. Para irse ahora en picada contra los pokemones.
Es de conocimiento popular que los neonazis no son exactamente muy "cuerdos" o "brillantes", por lo cual no resulta difícil suponer que están cometiendo el mismo fatal error: echar a todos al mismo saco.
Resultado: está cundiendo el pánico a nivel de prensa; diarios y TV están alertando a las tribus urbanas de estos ataques. Claro que los muchachos, al ser consultados, dicen no sentir miedo.
Y la verdad, es que los entiendo; yo no cambiaría mi estilo o mis gustos por miedo a un puñado de mensos.
En eso mi mamá vuelve a soltar algo que en ella es un discurso habitual: que todos estos muchachitos de tribus urbanas lógicamente no tienen ni verguenza ni miedo, porque son todos de clase baja (flaites, fue la palabra que usó).
Al hablarse de tribus urbanas, siempre me he sentido plenamente identificada; más que nada por el hecho de que me siento otaku y orgullosa por ello. Así que salté y le dije, que si es por eso entonces siempre he sido "flaite".
Ahí mi mamá estalló.
Que si alguna vez he visto niñas de colegios pagados (particulares, fue la palabra que usó) en esa facha, que si alguna vez he visto chicos universitarios en esos estilos, que si acaso mis compañeras de colegio andaban vestidas de esa manera. En otras palabras, lo que mi mamá suele decir ( y lo que intentó reiterarme ahora) fue que, "no hay otakus de clase alta", y por tanto, al considerarme otaku, me estoy enmarcando como flaite. Y eso a mi mamá le choca.
Mi mamá tiene la siguiente idea en su cabeza.
Tribus urbanas = adolescentes buscando su identidad.
Tribus urbanas = montón de flaites.
Otakus = pokemones.
Conclusión: para mi mamá, no estoy en edad de considerarme otaku. Y no puedo "denigrarme" a considerarme parte de una tribu urbana.
Tengo razón para molestarme?
Eso hasta que llegó un ejemplar que hoy es símbolo nacional. El Pokemon.
Al principio, casi parecía mito urbano xD nada más se escuchaba de él en la jerga escolar. Pero con el correr del tiempo, se fueron multiplicando exponencialmente...
Hoy, son estrellas. Se han tomado la televisión, incluso hay programas segmentados a este público. Me atrevería a decir que en la actualidad, hay un Pokemon en cada familia. (en la mía, es mi prima; aunque ella dice que no lo es y todos los demás decimos que sí :P )
Esta explosión Pokemon ha llevado al "descubrimiento" de otras tribus urbanas que hasta entonces habían pasado desapercibidas: como los emos, góticos, y toda la gama de tendencias japonesas: visual (con sus derivados eroguro, oshare, etc), decora, lolitas (y gothic lolitas) y por supuesto, otakus.
Sin embargo, "descubrimiento" no es sinónimo de conocimiento. Es lamentable cómo los mayores siguen a pesar de todo metiendo a todos al mismo saco. Para mi mamá por ejemplo, todos son pokemones; y yo ya estoy de hecho un poco cansada de tener que cada vez recalcarle a qué tendencia pertenece en realidad el muchacho en cuestión. Si ahora anda diciendo incluso que mi hermana y yo somos pokemonas.
Debo admitir que en escencia, me causan mucha gracia (y risa) los pokemones xD Sus estrafalarios atuendos, su incontrolable adicción por el reggeton y el fotolog, su abominable forma de escribir...si hasta tienen cierta forma particular de hablar. Pero dejando todo eso de lado, no puedo dejar de sentir cierto afecto por los muchachitos estos. Porque le demostraron a este país que había mucho más que el "adolescente normal". Porque tienen la valentía de marcar la diferencia, y porque aunque sea un poco, han despertado algo que le hace mucha falta a este país: tolerancia y apertura.
Pero en ese último sentido, después de lo de estos días, está claro que nos falta mucho.
Digamos que por ese lado comenzó el sermón.
Comencemos por el hecho de que en apariencia, luzco normal. Demasiado normal; ropas absolutamente sobrias, corte de pelo tradicional, partidura al medio y una coleta. Ni siquiera ando maquillada. Lo único que podría distinguirme como "espécimen especial", son un par de colgantes en el bolso, y en el celular. :P
Claro está de que aunque quisiera, no podría adoptar alguna tendencia de vestir. Mi mamá no me lo permitiría. Ya verán por qué.
Por estos días se ha destapado la noticia de que los neonazis han abandonado a sus presas habituales, los punks. Para irse ahora en picada contra los pokemones.
Es de conocimiento popular que los neonazis no son exactamente muy "cuerdos" o "brillantes", por lo cual no resulta difícil suponer que están cometiendo el mismo fatal error: echar a todos al mismo saco.
Resultado: está cundiendo el pánico a nivel de prensa; diarios y TV están alertando a las tribus urbanas de estos ataques. Claro que los muchachos, al ser consultados, dicen no sentir miedo.
Y la verdad, es que los entiendo; yo no cambiaría mi estilo o mis gustos por miedo a un puñado de mensos.
En eso mi mamá vuelve a soltar algo que en ella es un discurso habitual: que todos estos muchachitos de tribus urbanas lógicamente no tienen ni verguenza ni miedo, porque son todos de clase baja (flaites, fue la palabra que usó).
Al hablarse de tribus urbanas, siempre me he sentido plenamente identificada; más que nada por el hecho de que me siento otaku y orgullosa por ello. Así que salté y le dije, que si es por eso entonces siempre he sido "flaite".
Ahí mi mamá estalló.
Que si alguna vez he visto niñas de colegios pagados (particulares, fue la palabra que usó) en esa facha, que si alguna vez he visto chicos universitarios en esos estilos, que si acaso mis compañeras de colegio andaban vestidas de esa manera. En otras palabras, lo que mi mamá suele decir ( y lo que intentó reiterarme ahora) fue que, "no hay otakus de clase alta", y por tanto, al considerarme otaku, me estoy enmarcando como flaite. Y eso a mi mamá le choca.
Mi mamá tiene la siguiente idea en su cabeza.
Tribus urbanas = adolescentes buscando su identidad.
Tribus urbanas = montón de flaites.
Otakus = pokemones.
Conclusión: para mi mamá, no estoy en edad de considerarme otaku. Y no puedo "denigrarme" a considerarme parte de una tribu urbana.
Tengo razón para molestarme?